Reunión julio 17, 2006

organizando…

Parece fácil pero no es fácil. Después de la reunión con la gente del CEC nos reencontramos con sus ya experimentadas “desinteligencias”. En esta oportunidad se trata de una superposición de calendario no compatible. ¿La vía del diálogo? Todavía es posible algún entendimiento… En principio habría un evento apertura el día jueves 19 de octubre ya que es compatible con sus ciclos de acústicos y podríamos estar hasta más tarde. No así los viernes y sábados que habría que pelear que no nos desalojen a las 20 por las pruebas de sonido del show programado para las 22. Un tema, por lo que la fiesta de cierre podría ser el sábado 28 en la Conjura. Tampoco contaríamos con el proyector de video prometido. Aunque la mayoría del grupo se opone hay una “invitación” del patio cívico para pensar en espacio alternativo, pero parece no serla para evitar entrar en las disputas (chicanas?) provincia – municipalidad.
Entre las posibles actividades esta la invitación a German que propone la posibilidad de armar taller de fotografía para niños.
El asunto carpeta de solicitud de sponsors se vería en una reunión el día sábado a las 11 am en la casa de Nora.

CACHo catorce

Con nuevos integrantes y los altibajos de siempre se armó otra “clínica”. Menos autores y más trabajos. Andrés Macera presentó el trabajo en desarrollo para la colectiva. Se trata de una continuación en sus fotografías de cielo, pero con nuevas particularidades. Esta vez el ámbito privado de su patio cerrado recorta la inmensidad infinita en cuadro limitado. “La actitud del momento en una imagen”, no es un devenir del tiempo ni una medición cronométrica del paso del tiempo en formas colores y nubes, es una simple búsqueda estética en un recorte. Ya no hay relato, pero extrañamente, la simpleza de algo más conceptual que figurativo tiene mucho por contar. Continuó German Aponosovich con dos series, primero los trabajos más recientes en impecables copias blanco y negro 30 x 40, donde dominaban elementos con referencia a indicios de un pasado. Rastros, restos, tal vez el signo de lo que pasó y no fue, la decadencia, lo derruido, lo gastado, la ruina. Soledades, un mundo interior se proyecta en algunos casos en dualidades de alma que movilizan a la reflexión silenciosa (costó hacer palabras la visión). El trabajo anterior lo presentó con el título de “vidalas”, un buen antecedente para lo que habíamos visto. La presencia humana es más evidente, pero siempre desde la lejanía. El tiempo otra vez, un pasado anhelado, lo que no fue no será. Las lecturas se multiplican, recuerdos personales, imaginerías populares, despojos, desechos, deseos y otra invitación al silencio.
Un tema de cierre, fue sin imágenes, pero a no descuidar. Las fotos en algún momento serán presentadas y no es detalle menor la forma de hacerlo. Variará de caso en caso, pero también podría ser interesante reflexionar sobre eso. Para formatos libros hay una invitación.

Gracias por leer y que las cámaras nos acompañen